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  País : País Actual: Uruguay

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  Concierto de notas  / nota


 
  CRÍTICA: SEMANAS SIN KLASSICAA.COM PERO CON MÚSICA
 


 


Conciertos Comentados

Gala de Ganadores del Concurso María Borges. 23 de abril. Teatro Solís
Concierto de la OSSODRE. “Canto General”. 26 de abril. Teatro Solís
Recital de Isabel Barrios y Gustavo Reyna. 29 de abril. CCE
Concierto de La Fontegara. Mozarteum. 2 de mayo. Teatro Solís
Festival de órgano del Uruguay. 7 de mayo. Iglesia de Punta Carretas
Concierto de la Orquesta Filarmónica de Montevideo. 8 de mayo. Teatro Solís.

 
Por Augusto Techera.
 

Isabel Barrios y Gustavo Reyna

Raphael Alexandre Lustchevsky

En estas últimas semanas diversos inconvenientes técnicos hicieron que este portal no estuviera on-line (en línea). Sin embargo a pesar de la paralización de Klassicaa.com la vida musical montevideana fue activa, iniciándose en este lapso las temporadas de nuestras principales orquestas, el Ciclo Principal del Mozarteum y el Festival Internacional de Órgano del Uruguay que llega este año a su vigésima edición.

He decidido reunir en una misma nota varios comentarios sobre los conciertos celebrados durante este tiempo, dejando otros para entregas posteriores.

CONCURSO EN HONOR DE MARÍA BORGES (23 de abril de 2006. Teatro Solís)

El divismo de María Borges ha sido fantásticamente descrito por Miguel Patrón Marchand. En el Nº 1 de Klassicaa Mag aparecido el pasado año, el director de orquesta y periodista le dedica un precioso artículo en el que confluye una mirada cariñosa con un lúcido análisis de su canto. Transcribo un breve fragmento que resume de alguna manera la personalidad singular de María. “El protagonismo de María Borges fue
decidido por el público. Las críticas elogiosas ayudaron mucho, pero estoy
seguro de que aún en el caso de una prensa adversa (expositora quizá de sus
defectos) habría salido adelante al haber gozado de un apoyo de las
audiencias como jamás se vio en el Uruguay lírico de todos los tiempos. Por eso creo que al tratarse de un país felizmente memorioso, María tendrá siempre un lugar de privilegio entre lo mejor que ha dado la lírica vernácula"
.

Aunque no estoy tan convencido como Patrón de que el nuestro sea un país memorioso, creo sí que la Borges tiene un lugar preponderante en nuestra historia lírica y por esa misma razón, que un concurso de canto lleve su nombre es muy buena idea. La primera edición del mismo convocó jóvenes cantantes del cono sur latinoamericano y un jurado en el que se destacan tres personalidades del canto desde distintos enfoques: la soprano argentina Adelaida Negri, el tenor y productor brasileño Paulo Esper y el compositor y pianista uruguayo Eduardo Gilardoni; además de Elvira Barrios y Fernando Condon, que completaron el tribunal. A nivel de concursantes la oferta fue pobre no habiendo a mi juicio –compartible o no, desde luego- ningún participante apto para un primer premio y me animaría a decir que si lo había era acaso sólo para un tercero. Sin embargo el jurado entendió otra cosa y se repartieron premios a diestra y siniestra. Un concurso que aspira a la internacionalidad, pienso, se tiene que regir por otros criterios.

La Gala de Ganadores realizada en el Solís el 23 de abril dejó en claro la pobreza de escuela, el desenfoque estilístico y la falta de referencias que tienen la mayoría de nuestros jóvenes cantantes. No comentaré al detalle cada una de las actuaciones por razones de espacio. Diré solamente que, para mí, lo más interesante fue la actuación de la soprano uruguaya Marianne Cardozo. Sin duda aún falta un desarrollo más pleno de sus facultades vocales y la elección del repertorio interpretado pudo ser apresurada “Giovanna D’Arco” de Verdi y el aria de Julieta en “I Capuletti e i Montecchi” de Bellini), pero hay en ella instinto de cantante, fraseo realizado a conciencia y una sensibilidad exquisita.

Las otras actuaciones destacables son las del barítono brasileño Ataulfo Meireles (que cantó mejor en su primera prueba) y la también brasileña Carla Domingues, soprano coloratura poseedora de una bella voz.

CANTO GENERAL PARA INAUGURAR LA TEMPORADA DE LA OSSODRE (26 de abril de 2006. Teatro Solís)

La Orquesta Sinfónica del SODRE vivió este año una tardía pero estupenda temporada de verano. Con solistas de la talla de Álvaro Pierri o Esteban Falconi y con batutas como la de Rauss, el cuerpo sinfónico nacional ya había iniciado bien al año. Llegó el turno de abrir la temporada principal que este año tiene lugar en el Teatro Solís de forma alternada con la municipal, como se hiciera en décadas pasadas. Para la velada de apertura las autoridades pensaron en un gran proyecto y aunque el esfuerzo fue mucho (y no se si valió la pena) la empresa llegó a buen fin. Montar la obra de un compositor actual es siempre interesante, más aún si como en este caso se trata de un creador de fama internacional como Mikis Theodorakis y de una obra que nos toca tan cercanamente como el “Canto General” del poeta chileno y premio Nobel, Pablo Neruda.

Para la ocasión, que era el estreno uruguayo de la obra y el sudamericano de la versión con orquesta sinfónica, se convocó a un estupendo director de orquesta griego, el maestro Elías Voudouris y a dos solistas uruguayos: la soprano Graciela Zographos y el bajo barítono Gustavo Balbela. Naturalmente con los cuerpos estables, Coro y Orquesta, del Instituto.

La obra me pareció poco interesante, de características marciales y de ese tipo de composiciones que buscan en todo momento el gran impacto, la conmoción general y la adhesión incondicional. El texto de ese gigante latinoamericano que es Neruda queda grande a la versión musical, que no le hace justicia ni en climas ni en profundidad. Zographos, una cantante que ha luchado en el magro panorama lírico nacional y que llegó a cantar con dignidad algunas de las heroínas italianas ha cometido un gran error (tanto o más que su Turandot de hace algunos años) al cantar una partitura que decididamente ha sido escrita para una tesitura vocal grave que no es la de ella y pienso que tampoco para una voz de impostación académica. Tal vez una voz más adecuada hubiera sido la de Cristina Fernández, cantante popular que ha dado prueba de seriedad artística y buena factura en lo suyo. A Balbela se le escuchó en cuanto a volumen pero le faltó consubstanciación con el texto, ironía en el decir, sordidez y compromiso con la poesía. En algunos momentos hasta respiró en medio de algunas palabras. Los grandes triunfadores de la velada fueron el director, la orquesta y el coro.

Voudouris es claro y preciso. Tuvo un rol importante en una obra que exige concertación y concentración. Sería deseable escucharlo en otro repertorio. La orquesta rindió muy bien, destacándose algunos pasajes solistas. En la primera parte, en la Suite de ballet “Los amantes de Teruel” –del mismo compositor- la violonchelista Virginia Aldado cumplió una tarea descollante y consagratoria en su nuevo rol de primer atril. En esta obra también Daniel Lasca ocupando la silla del concertino fue sobresaliente y los vientos pudieron lucirse en buena medida. El Coro tuvo buen desempeño aunque la amplificación fue despareja y desbalanceada. Esta es una obra donde la masa coral cumple un rol de preponderancia.

El SODRE merece un aplauso por el emprendimiento. Más allá de lo logros parciales de la composición lo válido es la intención de abrir una temporada interpretando obras de un compositor que está vivo y sigue escribiendo. De alguna manera nos saca de la modorra a la que los programas habituales de conciertos nos tienen habituados.

EL ROMANTICISMO IBERICO (29 de abril de 2006. CCE)

Ya se han transformado en una tradición los conciertos del Centro Cultural de España el último sábado de cada mes. Esta es la tercera temporada del ciclo y la propuesta cada año cobra interesantes dimensiones. El primer año estuvo dedicado a los compositores iberoamericanos del siglo XX; el segundo al barroco iberoamericano y durante el presente el hilo conductor será el romanticismo. Comenzó el pasado mes con un recital de la soprano María Eugenia Antúnez y el pianista Eduardo Gilardoni. En aquella oportunidad, cantante y pianista recorrieron magistralmente el temprano romanticismo iberoamericano, un repertorio musicalmente más cercano a lo popular que a lo erudito y que fue recreado con la solvencia necesaria siendo ilustrado con los simpáticos e interesantes comentarios de Gilardoni.

El segundo concierto del ciclo y tuvo como protagonistas a la soprano Isabel Barrios y al guitarrista Gustavo Reyna. Fue una cita con el mejor arte interpretativo de la soprano y el descubrimiento de un guitarrista de valía.

Fernando Sor tiene un amplio catálogo de canciones para voz femenina y acompañamiento de guitarra. En todas, se ve el espíritu galante, entre clásico y romántico que son propias de la época. Todas fueron expuestas con sensato encanto y refinado fraseo.

Mención aparte merecen las canciones de carácter más popular, donde la soprano sedujo al público con todo su gracejo español, llegando a un punto alto en “Así son todos” de Tomás Damas.

Por su parte, el joven Reyna alumno de Cristina Zárate –esa notable guitarrista hoy retirada- y que actualmente se perfecciona con el internacionalmente reconocido Eduardo Fernández, demostró que si bien aún tiene mucho para depurar y perfeccionar técnicamente, es un músico de profundidad y con una capacidad cautivante de hacer música.

VELADA MEXICANA PARA ABRIR EL CICLO PRINCIPAL DEL MOZARTEUM (2 de mayo de 2006. Teatro Solís)

La Fundación Mozarteum del Uruguay tiene este año renovado ímpetu. Además del Festival Mozart que era lógico que la institución realizara, ha programado una serie de conciertos en el Solís (la Principal) y otra en la Sala Zitarrosa. El 2 de mayo, con un programa barroco a cargo del Conjunto mexicano La Fontegara, el Mozarteum inauguró el ciclo del Solis.

La propuesta fue interesante y contó en el escenario especialistas del género. La Sala estaba poblada parcialmente y posiblemente lo más objetable sea que un repertorio de estas características exige un ámbito más recogido. Sin embargo, fue un concierto por demás disfrutable.

Obras de Georg Philipp Teleman, Carl Philipp Emanuel Bach, así como otras del barroco novohispánico fueron servidas por este conjunto mexicano con fidelidad de espíritu, adecuada sonoridad e impecable técnica. Descolló por su pulcritud y encendido fuego interpretativo el guitarrista Eloy Cruz, quien recreó magistralmente en forma solitaria obras atribuidas a Santiago de Murcia, recogidas en el Códice Saldívar 4 de la Biblioteca Musical Saldívar Osorio de México.

IMPECABLE INAUGURACIÓN PARA CELEBRAR 20 AÑOS (7 de mayo de 2006. Iglesia de Punta Carretas)

Sin duda el Festival Internacional de Órgano del Uruguay es uno de los emprendimientos culturales más concienzudos y estimables de este país. García Banegas es una música instintiva que ha buscado desarrollarse en un amplio margen de actividades pero para nadie es novedad, que es en el órgano donde ella encuentra su verdadera dimensión artística. Ella es la fundadora y directora del Festival y a quien –junto a un grupo de personas que trabajan denodadamente bajo su sombra- se debe este emprendimiento.

La edición del presente año será en homenaje a Renée Bonnet de Pietrafesa una importante personalidad musical del siglo pasado montevideano. El primer concierto de esta vigésima edición tuvo como protagonistas a tres organistas uruguayas: Lourdes Repetto, Renée Pietrafesa y Cristina García Banegas, quienes en la Iglesia de Punta Carretas –con un templo desbordante de público y los bancos acertadamente acomodados mirando hacia el Coro- interpretaron un programa integralmente dedicado a Mozart, en los 250 años de su nacimiento. Para esta cita mozartiana convocaron a un cuarteto de cuerdas, integrado por los violinistas Clara Kruk –joven interprete que está cada día más fantástica, con un sonido rico, acertado enfoque estilístico y una impecable afinación-, y el joven Matías Craciun; el violonchelista Rodrigo Riera y el contrabajista Roberto De Bellis. Los cuatro intérpretes de cuerdas tuvieron a lo largo de todo el concierto una actuación descollante y una compenetración con la música eclesial que no es habitual. Las Sonatas da Chiesa fueron servidas con seguridad, bella sonoridad y profunda convicción religiosa, tanto en las cuerdas como en el órgano por las tres solistas.

Abrieron y cerraron el programa, las organistas Pietrafesa y García Banegas a cuatro manos, en la Fantasía en fa menor K.608 al principio y en la Fantasía en fa menor K.594 al final. En una y otra, el encuentro de estas dos mujeres de la música fue conmovedor y con resultados sobresalientes. A mitad de camino, recrearon la Fuga K.401, donde con clara digitación obtuvieron un logro mayor. Ambas encuentran en el órgano un espacio común de desarrollo y una forma de hacer música que les es afín. María Lourdes Repetto por su lado, ejecutó con buen tino y aterciopelado sonido la Overtura K.399.

Un Mozart de iglesia que valió la pena escuchar.

LA FILARMÓNICA ABRIÓ SU CICLO CON UN AGRADABLE CHOPIN (8 de mayo de 2006. Teatro Solís)

El primer concierto de la Temporada Principal 2006 de la Orquesta Filarmónica de Montevideo tuvo como principal protagonista al pianista polaco Raphael Alexandre Lustchevsky interpretando el Concierto Nº 1 Op.11 de Chopin.

El solista visitante hizo una versión melancólica e intimista de la obra, en la más pura tradición polaca. Es un concierto que no exige una orquesta de rico entramado sonoro si no por el contrario de una insinuante atmósfera romántica que deje al piano explayarse con tranquilidad en el hermoso fraseo melódico de Chopin. En este sentido el solista tuvo un alto desempeño desgranando un acertado instinto pianístico y una claridad de ejecución. El público premió con largos aplausos al solista quien dejó de regalo un nocturno y una polonesa.

En la primera parte, la orquesta municipal con su titular en el podio recreó la Obertura de “Les unes et les autres” de Carlos Estrada, una obra de marcado acento impresionista y la Sinfonía Nº 39 en Mi bemol Mayor K 543 de Mozart en una versión que, en mi opinión, estuvo absolutamente alejada del estilo mozartiano. Careció del encanto, la limpidez y el brillo que le son propios al compositor.

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